Soporte nutricional en el paciente oncológico


Desde hace varios años, se han realizado numerosas investigaciones que tratan de explicar, la relación entre las propiedades de los alimentos y el cáncer, e identificar como estos pueden contribuir a la reducción de los efectos secundarios cuando se está luchando contra esta enfermedad y mejorar la supervivencia. Sin embargo, pese a todos los esfuerzos y estudios, la reacción entre los alimentos y sus efectos con el cáncer, aun sigue en estudios y se encuentra inconclusa, no se ha encontrado una verdad absoluta. Solo se ha comprobado científicamente que ningún alimento por si solo cura el cáncer, pero si, se ha identificado que la modificación de los hábitos alimentarios, la reducción de grasas, y el incremento de la actividad física tiene efectos positivos para prevenir e inhibir su desarrollo y progresión del cáncer.

El apoyo nutricional es vital dentro del manejo integral del paciente oncológico, este debe ser precoz, desde el primer momento del diagnóstico de la enfermedad, sin esperar a que la malnutrición clínica haga su aparición. Una asesoría nutricional oportuna permite aclarar y despajar los miedos, mitos y malas prácticas alimentarias que muchas veces no contribuyen a una mejoría nutricional, ni adherencia al tratamiento, estas malas prácticas alimentarias están dadas por el voz a voz del corredor o sala de espera o remedio milagroso empíricos de parientes y conocidos, aspectos que pueden interferir en el estado nutricional del paciente.

Dentro de una valoración nutricional oportuna, se puede destacar que un paciente bien nutrido tolera mejor el tratamiento, presenta menor efectos secundarios, permitiéndole recibir todas las dosis programadas, tienen una mejor calidad de vida, se siente más fuerte y menos fatigado, y su estado psicosocial permite que su estancia hospitalaria sea más corta e incluso innecesaria a lo largo del tratamiento.

A nivel mundial una de las estadísticas más altas de las causas de mortalidad en el paciente oncológico están dadas por la dieta, siendo la responsable de 30-35% de las causas de muerte seguida de la obesidad con un 10 a 20%.

Con lo anterior se resalta el papel fundamental de la identificación temprana del paciente que inicia los diferentes tratamiento y exámenes, estableciendo el riesgo nutricional. En todos los pacientes ha de realizarse una exploración nutricional básica que contemple parámetros antropométricos, una breve historia alimentaria. Siendo esencial la información referente a cambios recientes en el peso, energía, niveles de actividad o complicaciones asociadas con el tratamiento.

La historia nutricional debe incluir aspectos relacionados con el tratamiento, como son la intensidad de náuseas y vómitos, mucositis, alteración del gusto, esofagitis, diarrea, estreñimiento, alteración de los ciclos normales de vigilia/sueño y orden en las comidas así como posibles aversiones alimentarias.

El abordaje nutricional se debe realizar teniendo en cuenta las características del tumor, extensión, tipo, localización y el estado nutricional, para valorar de este modo el riesgo nutricional de cada paciente. En un paciente recién diagnosticado y que no haya perdido más de un 5% de su peso y que sea capaz de ingerir al menos un 80% de las necesidades energéticas, se inicia el apoyo nutricional con una serie de medidas generales que se exponen más adelante y apoyo psicológico, con el fin de estimular la ingesta energética. Si estas medidas no son efectivas durante el primer mes de tratamiento, se pasa a un segundo escalón que es el tratamiento de nutrición enteral o parenteral según el caso.

Medidas generales

Son necesarios los consejos nutricionales que, aunque básicos y sencillos, pueden mejorar de forma llamativa la ingesta y el bienestar durante las comidas. Así, se evitará ofrecer las comidas preferidas durante la administración del tratamiento, para evitar aversiones alimentarias. Es primordial el fraccionamiento de las comidas en cantidades pequeñas, habrá que instruir al paciente a comer, a pesar de no sentir sensación de hambre, masticar despacio, evitar alimentos muy grasos si le producen molestias, ingerir primero los alimentos sólidos y luego los líquidos. En los casos en los cuales a pesar de todo lo aconsejado no se cubran las necesidades básicas habrá que añadir suplementos hipercalóricos y/o hiperproteicos. Es también importante explicar de forma sencilla los consejos para disminuir las naúseas, vómitos, diarrea y estreñimiento, así como para evitar las molestias secundarias a las alteraciones del gusto y del olfato.

En casos de mucositis o estomatitis, será necesario cambiar la textura de los alimentos (purés, huevos, natillas, cremas, etc.), dando preferencia a la alimentación semilíquida o triturada. En general es mejor la comida fría o a temperatura ambiente que la caliente y es importante evitar alimentos ácidos y preparaciones con vinagre.

La higiene oral es esencial durante la terapia oncológica para reducir el riesgo potencial de mucositis y estomatitis, para esto se aconseja evitar productos que contengan meta, y muchas veces realizar el cambio de las cremas dentales corrientes, puesto que sus componentes irritan mas las llagas y acentúan el sabor a metal o hierro efecto secundario del tratamiento, para esto se recomienda usar cremas dentales de caléndula que permiten reducir esta sensación al igual que permiten la desinflamación de la mucosa de las encías. En ciertas condiciones especiales será necesario recurrir a la aplicación de anestésicos locales para realizar una adecuada higiene bucal (lidocaína viscosa al 2%).

Las respuestas sensoriales (el gusto y el olfato) influyen en la ingesta de manera importante. Los alimentos bien presentados o con una textura agradable son más, hay que cuidar estos detalles especialmente ya que su respuesta sensorial puede estar alterada por los tratamientos o por la progresión de la enfermedad (pueden presentar mayor sensibilidad a sabores como (amargo y salado) y una buena presentación puede ser fundamental en su actitud hacia la comida.

En la alimentación es muy importante mantener la sensación de normalidad para que la actitud del paciente hacia la comida no sea de aversión y rechazo sino que además de ser un momento placentero pueda incorporarse a la vida familiar, en la medida de lo posible, el mismo tipo de alimentos, los mismos horarios, incluso un mismo ritmo de ingesta supondrá para el, un refuerzo positivo que repercutirá en su estado de ánimo en sus siguientes aproximaciones a la comida.

Suplementos nutricionales

No todos los pacientes con cáncer son candidatos para la utilización de formulas de nutrición enteral ya que no todos presentan el mismo riesgo de desarrollar malnutrición a lo largo de la enfermedad. La nutrición enteral está indicada en aquellos pacientes en los que a pesar de haber realizado un adecuado consejo y apoyo nutricional, la ingesta no es suficiente como para cubrir las demandas, teniendo siempre presente la funcionalidad del tracto gastrointestinal.

La obesidad, el alto consumo de grasas y el cáncer

El manejo nutricional del paciente obeso también se puede considerar una causa de maltrinución con el aumento de peso, dado que se encuentra acumulación de grasa, y el depósito de grasa corporal a nivel abdominal, determinaría un mayor riesgo de incidencia como de pronóstico (aumento de la mortalidad), debido a alteraciones metabólicas, hormonales y de algunas citoquinas, ya que estimulan la división celular, dando mayor oportunidad para el desarrollo de cáncer o de una reincidencia del diagnóstico tumoral.

Una mayor cantidad de grasa en la dieta se asocia con niveles altos de grasas sanguíneas, y ambos factores junto con los niveles altos de hormonas se vinculan a su vez con una mayor incidencia sobre todo en mujeres para el desarrollo del cáncer de seno. Dentro de la asesoría nutricional, es importante la educación en la reducción del consumo de estas ya que el aumento de las grasas tanto sanguíneas como de la dieta, con sustrato para las celular tumorales al igual de servir como carro transportador de estas células, llevando células tumorales de un lado a otro, contribuyendo a una aparición tumoral en otro órgano.

La soja vs cáncer de seno

La relación entre la soja y el cáncer de seno, ha sido un aspecto que muchos profesionales de la salud desconocen y que es importante su divulgación, para la prevención de los paciente oncológicos que tienen este diagnostico; la soja contiene isoflavonas, estas son un tipo de fitoestrógenos, que son compuestos naturales de plantas con efectos que se asemejan ligeramente al estrógeno.

Los estrógenos participan directamente en el proceso canceroso, las dietas ricas en grasas contribuyen aumentos de los niveles hormonales ya que la estructura química básica de las hormonas son de colesterol, con la soya se ha identificado que las isoflavonas sobre todo la genisteina tiene una estructura química homologa a la del colesterol, lo cual incrementan estos niveles sobre todo las de estrógenos.

Se han realizado varias investigaciones donde se indaga esta relación soya y cáncer de seno, sin embargo, muchas investigaciones aún son contradictorias, en algunos estudios se ha encontrado que el consumo de soya no presenta ningún inconveniente en mujeres con cáncer de seno y en otras investigaciones, no se dispone de suficientes pruebas, como para recomendar que las pacientes de cáncer de seno, comiencen a consumirla específicamente para prevenir un tumor secundario o mejorar la supervivencia. Así mismo el consumo de suplementos concentrados de isoflavonas aisladas en forma de polvo o píldoras, no ha mostrado efectos congruentes con una reducción en el riesgo de contraer cáncer mama.

Por lo anterior, es importante resultar el origen étnico de los estudios realizados, ya que la población base de algunos estudios toman mujeres de cultura oriental, arranquemos realizando la comparación de la alimentación de las mujeres de la cultura asiática, donde su alimentación se basa en la mayor parte de soya, como la principal fuente de proteínas, consumen más verduras, menores cantidades de grasas, carbohidratos refinados y proteínas de origen animal; además se encuentran más cercanas dentro del peso ideal, y son clasificadas dentro de la práctica de actividad física más activas, en comparación con la mujer común occidental, donde se tiene mayor consumo de carnes rojas, carbohidratos refinados, grasas y cada día más sedentarias. Creando una agrupación multifactorial de razones por las cuales puede incidir en la aparición del cáncer en nuestra cultura.

La soja, complementos de soja y el tamoxifeno

Como el tamoxifeno, y las isoflavonas de la soja tienen acciones tanto similares al estrógeno como anti-estrógeno. Estudios probetas y en animales, sugieren que dosis relativamente bajas de isoflavonas de soja interfieren con la capacidad del tamoxifeno para inhibir el crecimiento del cáncer de seno, aumento el riesgo en un futuro de reaparición del tumor.

Educar en adopción de alimentación saludable

Dentro del nuevo esquema de alimentación saludable, se establece, el consumo de todos los grupos de alimentos, en los pacientes oncológicos como se decía anteriormente en la educación nutricional esta la base del éxito en la adherencia y en la reducción de los rectos secundarios del paciente, difundir el mensaje un plato saludable se asemeja a un plato de colores, entre mayor variedad de colores exista, más saludable es.

Debemos entender y asumir que los cuidados nutricionales son parte activa del tratamiento de los pacientes con cáncer. Resaltar la importancia de la labor de la nutricionistas dentro de un grupo multidisciplinario de manejo integral del paciente, permite dar mejor calidad de vida no solo al paciente sino también a sus cuidadores, resaltar y hacer entender a los pacientes oncológicos que ”comer saludablemente no solo es un placer, sino es esencial para vencer la enfermedad”.

FUENTE: CECNI

El Nutricionista tiene un papel importante dentro del tratamiento del paciente oncológico.


Acerca de Biodieta - Consultorio Dietético

Consultorio dietético de referencia en Madrid. Pretendemos conseguir un estado nutricional optimo que suponga el aporte de energía y nutrientes a cada individuo, en función de sus necesidades. Nuestro método se basa en tres pilares fundamentales: Alimentación Equilibrada-Motivación- Ejercicio. El ejercicio físico lo realizamos de forma personalizada dentro de nuestras instalaciones deportivas. Ponte en contacto con nosotros y un especialista en nutrición examinara tu caso y te asesorará para conseguir tus objetivos.